Emprender ¡adelgaza!

Y estar en paro engorda y da dolor de cabeza, bueno, como emprender., que da dolor de cabeza, de espalda, insomnio. Esto puede parecer una frivolidad pero es la cruda realidad.

Desde que he comenzado a montar la empresa, con tantas idas y vueltas no se pero el sobrepeso que había alcanzado, va desapareciendo, que no está mal. Pero los dolores de cabeza y sobre todo el no dormir aumenta proporcionalmente conforme se acerca el día «D» (de apertura).

Todo comenzó cuando me quedé en paro hace unos meses. Aunque siempre he sido muy activa, no me había planteado montarme nada sino desde hace un año o así, entonces comencé a «trabajar el tema». A ver sitios y cosas, locales, y cuando salió el curso de «empleabilidad +45» de la Cámara de Comercio y de Ibercaja, tuve la suerte de que me cogieran. De verdad que lo recomiendo. El profe, Sergio Ibañez, un gran profesional, nos ha ayudado mucho, incluso ahora, cuando ya terminó el curso.

Lo cierto que cuando llegué allí me deprimí un poco. Me explico. Tantos profesionales de más de 45 años, muchos rondando los 55,  después de una larga y provechosa vida laboral, estaban allí, estábamos, confusos, ligeramente avergonzados, y desanimados, porque, con la edad dichosa es complicado volver a retomar la vida laboral. Más cuando llevas más de 20 años haciendo lo mismo, usando el mismo programa y sin haberte reciclado. ¿Qué necesidad había?

Por eso, una de las cosas más importantes es reciclarte durante toda tu vida laboral. Afortunadamente para mi, y no se si es bueno o malo, soy incapaz de estarme quieta, así que por eso no he tenido problemas, he reciclado mis conocimientos de informática, de empresa y de idiomas continuamente, todos los años y bueno, he seguido pintando y aprendiendo nuevas técnicas para artesanía. ¿Y esto qué tiene que ver? Luego se verá.

Después de hacer el curso, que por cierto, varios compañeros se colocaron y otro montó una cafetería en la Plaza del Carmen (Tiko tako), me sentí mucho más segura de mi misma. Y el conocer a gente como yo, el animarnos los unos a los otros y sobre todo contactar con personas encantadoras, sin olvidar como ya he nombrado al coordinador, Sergio, y también a la psicóloga que nos hizo salir y relacionarnos entre todos, eso me ha ayudado mucho. Aunque al final, haya decidido ser emprendedora.

Después estuve acudiendo a las jornadas de emprendedores que organizó entre otras la Cámara de comercio, de una jornada hice resumen en un post anterior, y tomé notas de muchas, pero…. tiempo poco para hacer los post. Tengo otro blog de manualidades (www.startesania.es) y participo en un blog internacional (lasmanualidades.com) así que mucho tiempo no hay. Por cierto, ¿veis por dónde voy?

Las jornadas me abrieron los ojos ante el panorama tan oscuro que se le presenta a un emprendedor. Aunque mi pregunta para todos era ¿de verdad hoy se puede emprender? Y todos me aseguraban que si. Pero no lo ponen fácil, no señor. Primero, darse de alta en autónomos son 257 euros, cuando en otros paises no pagan hasta conseguir unos mínimos ingresos o bien pagan una cuota de 50 euros. ¿No creen que si la cuota fuera menor habría muchos más autónomos en España, y no tanta economía sumergida? Y papeles, y más papeles. No digo que sea decidir y ponerse, pero sí que podrían dar facilidades.

A pesar de todo, cosas buenas salieron de esas jornadas, y fui madurando la idea que ya tenía hasta convertirla poco a poco en un proyecto. Incluso viendo el programa «Aquí hay trabajo» envié una consulta, aunque ya había solicitado a la Cámara un estudio de viabilidad, pero… lo gratis hay que aprovecharlo. Me llamaron para salir en la tv por teléfono, justo para el día 3 de diciembre, que es cuando tenía que montar la exposición del Corte Inglés, así que, lo trasladamos al siguiente lunes.

El lunes 10 me llamaron y aunque estaba muy nerviosa, aún salió algo decente. Y me abrió los ojos el sr. Antonio, muy claramente, que dónde iba con un local de 700 euros + iva. Que yo me había empeñado si o si en coger ese local. Así que volví a mirar locales. Y encontré otros, los fui a ver, pero no me convencían.

Esto me hacía tener altibajos, lo monto, no lo monto, y muchas dudas. Pero al poco tiempo me llamaron de Aragón televisión para un reportaje sobre mi pintura de seda, ¿esto es una señal? me dije… jejeje  o quise que lo fuera. Realicé el reportaje y a los pocos días vi un local que acababan de dejar… ¡a por él! y tras mirar cuentas, lo cogí.

Y desde entonces estoy peleando con papeles, señoritas de Ikea enfurruñadas por hacerme una lista de compra y con números y letras.

Os digo una cosa… ¡estoy encantada!; agotada, nerviosa, impaciente, pero ilusionada como una niña. Y es que si no lo estuviera, ¡le iban a dar a emprender!

Bueno, os seguiré contando, chao!